Podología Infantil

El pie es una estructura que no está aislada del resto del cuerpo, si existe un desequilibrio, además de generarse sobrecargas o movimientos de más o de menos sobre el pie, éstos arrastrarán a miembro inferior generando posiciones anómalas, que pueden acabar lesionando articulaciones colindantes. Este hecho es de vital importancia en pacientes pediátricos, dado que, si durante su crecimiento se mantiene esa mala alineación, aumentan exponencialmente las posibilidades de que en la edad adulta queden estructuradas deformidades en otras articulaciones.

Es habitual que en consulta los padres de pacientes pediátricos pregunten sobre la posibilidad de corrección o no de la morfología del pie (en pies planos, o cavos), o de la eficacia de unas plantillas para ello, siendo esta respuesta compleja por ser una situación individual según cada caso y cada paciente, y multifactorial (edad, peso, estadio, antecedentes familiares, si es un pie rígido o flexible, patrón torsional en una parte o en todo el miembro inferior, competencia de las estructuras ligamentosas, musculares y tendinosas). Pero lo realmente importante es si ese pie es funcional, y si se comporta según los parámetros de normalidad, o no.

Es clave hacer una valoración física prematura, dado que, si el objetivo que nos planteamos se dirige a generar cambio de la morfología del pie, y la realineación correcta de las articulaciones, cuanto antes podamos instaurar un tratamiento personalizado, más posibilidades de éxito tendremos.

En esta ecuación entra de manera notoria la consciencia por parte de los padres en facilitar a sus hijos un calzado adecuado, con contrafuerte estable, que no sea plano, y a ser posible alejado de las modas pasajeras que puedan disminuir la salud podológica de sus hijos, y la efectividad de los tratamientos.

Es muy importante protocolizar las revisiones cada 6 meses para controlar la eficacia del tratamiento y adecuar el tamaño del mismo según el crecimiento del pie.

Los motivos de consulta más habituales en este grupo son:

  • Pie plano, pie cavo, síndrome de Sever (dolor en el cartílago de crecimiento del calcaneo)
  • Hallux Valgus infantil (juanete infantil), pie equino, marcha en adducción (con pies hacia dentro)
  • Marcha en abducción (con pies hacia fuera), marcha de puntillas, deambulación tórpida (tropiezos habituales)
  • Rótulas convergentes, onicocriptosis (uña encarnada), pie de atleta, bromhidrosis (mal olor de pies).

Podología

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